Cada programa aborda verdades perennes y las aplica a la vida diaria. Los programas suelen tratar temas tales como la soledad, el temor, la baja autoestima, la salud, los valores familiares y principios espirituales. Personas de todos los credos y religiones –incluso quienes no tienen ninguna fe—han sido inspiradas y estimuladas por las presentaciones directas y elevadoras de Escrito Está.